No es de desconocimiento de la población que vivimos en un país informal y que muchas de las fuentes de trabajo son productos de la informalidad, justificando ello en que hay demasiadas barreras burocráticas y una serie de prescripciones que impiden poder formalizarse si no se cuenta con requisitos que muchas veces se han dejado de cumplir porque los seudoingresos que generan las empresas informales no son grandes para poder contribuir debidamente con los tributos, según como manifiestan una serie de emprendedores que se dedicaron a los negocios en el tiempo de pandemia cuando la necesidad era aún mayor y las oportunidades laborales eran más restringidas.
Ahora partiendo de ello hoy en día vemos que justamente por la informalidad, son muy pocas personas las que gozan de un empleo formal el cual le brinde los beneficios laborales legalmente reconocidos y no se le vulnere sus derechos como trabajador, tal es así que no lleguen a padecer de acoso laboral, dejando de tener un ambiente de trabajo adecuado, más aún cuando la Ley General del Trabajo, hace referencia que todo trabajador tiene derecho a un ambiente de trabajo adecuado, donde se garantice su salud, seguridad y bienestar. Esto incluye la protección contra cualquier forma de hostigamiento o abuso.
Pero muchas veces por la necesidad de un empleo, los trabajadores prefieren mellar sus derechos y no dejar de percibir ese ingreso que a veces únicamente logra cubrir sus necesidades básicas. Ahora bien, saber si eres víctima de acoso laboral puede ser complicado, ya que las situaciones pueden variar y las señales pueden ser sutiles. Sin embargo, procederé a denotarte ciertos indicadores que pueden hacerte concluir que estas experimentando acoso laboral:
Comportamiento negativo y reiterativo si estás experimentando un comportamiento negativo por parte de un colega, supervisor o superior de manera repetitiva y sostenida en el tiempo, podría ser una señal de acoso laboral.
Intimidación o humillación por acoso laboral; si te encuentras siendo intimidado, humillado, insultado o ridiculizado en el trabajo de manera constante, esto podría ser una forma de acoso.
Exclusión social; si estás siendo excluido deliberadamente de actividades laborales, reuniones o conversaciones relevantes para tu trabajo, podría ser una táctica de acoso laboral.
Asignación de tareas inadecuadas o excesivas; si se te asignan tareas que están por debajo de tu nivel de competencia o, por el contrario, tareas excesivamente difíciles con el propósito de que fracases, esto podría ser una forma de acoso.
Rumores y difamación; si se están propagando rumores falsos sobre ti con la intención de dañar tu reputación o imagen en el lugar de trabajo, esto podría ser considerado acoso laboral.
Aislamiento y ostracismo; si te encuentras siendo aislado o excluido deliberadamente de la interacción con tus colegas y superiores, esto puede ser una táctica de acoso.
Cambios en el comportamiento y la salud; si estás experimentando cambios en tu comportamiento, estado de ánimo, salud física o emocional como resultado de la situación en el trabajo, podría ser una señal de que estás siendo afectado por el acoso.
Dificultades en tu desempeño laboral; si notas que tu rendimiento laboral está disminuyendo a causa de la presión o el comportamiento negativo dirigido hacia ti, esto podría ser una consecuencia del acoso.
Es importante recordar que el acoso laboral puede manifestarse de diversas formas y que cada situación es única. Si sospechas que estás siendo víctima de acoso laboral, es recomendable buscar asesoramiento legal o recursos de apoyo como departamentos de recursos humanos, sindicatos, Abogados laborales y/o Agencias gubernamentales pertinentes. Pues bien, el estado prevé la protección de los derechos de los trabajadores a fin de impedir que los empleadores vulneren los mismos, pues las normas laborales, prohíben que los empleadores tomen represalias contra los trabajadores que presenten quejas o denuncias sobre situaciones de acoso laboral u otras violaciones de sus derechos laborales. Del mismo modo la ley establece que los empleadores tienen la obligación de garantizar un ambiente laboral seguro y saludable para sus trabajadores. Esto incluye prevenir y abordar situaciones de acoso laboral.
Es bueno considerar que antes de hacer una denuncia, es útil recopilar evidencia que respalde tus afirmaciones. Esto podría incluir correos electrónicos, mensajes de texto, audios, testigos u otros documentos que demuestren el acoso. Y antes que nada sentirte respaldado por las normas laborales pues debido a ello el silencio no es la solución sino denunciar los hechos acontecidos.
Podrías empezar con contactar al área de Recursos Humanos si quieras presentar tu queja, pues es el departamento adecuado que debe tomar primero conocimiento de los hechos, proporciona detalles claros sobre lo que has estado experimentando y presenta cualquier evidencia que tengas.
Si siente que el tiempo de espera ha superado los 30 días hábiles y continúas siendo víctimas y no recibes respuesta alguna del área encargada, pues puedes proceder a Contacta al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) para presentar una queja ante el MTPE. Pues es la entidad gubernamental encargada de supervisar el cumplimiento de las leyes laborales en Perú. Puedes comunicarte con ellos para obtener orientación sobre cómo presentar una denuncia.
Si sientes que tu situación no se resuelve adecuadamente, puedes buscar asesoramiento legal. Un abogado laboral puede guiarte a través del proceso legal y brindarte información sobre tus derechos y opciones. Pero ten en cuenta que a medida que avances con el proceso de denuncia debes asegurarte de mantener un registro detallado de todos los pasos que tomas, las comunicaciones y las respuestas recibidas. Esto puede ser útil si la situación avanza hacia un proceso legal.