El impacto de las redes sociales en la libertad de expresión

Ante el auge de la interacción humana online a través de redes sociales como Facebook; Instagram; Twitter; Linkedin y TikTok, se generan espacios propicios donde las diversas personas se encuentran expuestas a diversos puntos de vista y formas de ver el mundo. También, pueden expresar libremente sus opiniones y emplear tanto la red social como el medio (texto, video, imagen, etc.) que consideren más apropiado; desde compartir una férrea crítica al episodio final de la popular serie Game of Thrones en su “muro” de Facebook, hasta la publicación de un video en Instagram exigiendo la renuncia de un gobernante ilegítimo y de facto. Si bien un elemento matriz del derecho a la libertad de expresión que posee toda persona es el discrepar y expresar su explícito desacuerdo con lo dicho por otra, esta crítica o comentario adverso debe regirse por estándares de tolerancia y respeto, pues es inaceptable que se incida en lanzar improperios, insultos, expresiones vejatorias, mentiras o se pretenda distorsionar la realidad con tal de desprestigiar, ofender, descalificar o minimizar a alguien por pensar diferente.

Tal situación se aleja de los cauces democráticos bajo los cuales se rige un Estado Constitucional de Derecho, pues en una sociedad democrática y libre es necesario garantizar el pluralismo de opinión, en otras palabras, que las personas puedan pensar diferente las unas de las otras. Y, la única manera en que se puede asegurar la coexistencia pacífica de personas que piensan diferente es que haya apertura, tolerancia y respeto a ideas, pensamientos y opiniones disidentes con la propia. En la actualidad, existen muchos cibernautas que se golpean el pecho clamando ser fervientes defensores de las libertades fundamentales y alegan levantar sus banderas; no obstante, desatan persecuciones irracionales y desmedidas en redes sociales contra personas que tan solo realizaron un ejercicio legítimo de su derecho a la libertad de expresión. Evidentemente, estas personas son tan solo fariseos y falsos profetas de la libertad, puesto que un verdadero defensor de las libertades fundamentales es aquel que defiende la libertad de expresión de todos, sin distinción, y no solo los derechos de los que piensan similar a ellos y en los momentos que les son convenientes. La libertad de expresión, entonces, no debe simbolizar una excusa para que se proliferen insultos o discursos de odio, puesto que no significa ser libre de decir todo aquello que uno piensa. Una persona es libre de decir todo lo que piensa, en tanto y en cuanto no vulnere los derechos de otras personas (al honor, a la buena reputación, a la salud mental, a la integridad psíquica, a la dignidad humana). Por ende, los límites al derecho a la libertad de expresión existen y se visibilizan fácilmente al colisionar con otros derechos fundamentales.

Los derechos a la libertad de información y de expresión se encuentran contemplados en el artículo 2 inciso 4 de la Constitución Política del Perú, el cual estipula que toda persona tiene derecho a “las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley”.

Por lo que podemos indicar que ante el auge de las redes sociales ha redefinido la forma en que comunicamos e intercambiamos información, influyendo significativamente en la libertad de expresión. Sin embargo, con su creciente influencia, también han surgido preguntas sobre cómo se equilibra la libertad de expresión con otros derechos y valores, como la seguridad y la privacidad.

Las redes sociales han democratizado la información y han dado voz a personas que anteriormente no tenían fácil acceso a las plataformas de comunicación masiva. Esto ha permitido un flujo de ideas y opiniones sin precedentes, enriqueciendo el discurso público y permitiendo un debate más diverso.

Sin embargo, las redes sociales también plantean desafíos significativos para la libertad de expresión. En primer lugar, la difusión de información falsa o engañosa puede dañar el discurso público y potencialmente amenazar la seguridad y la democracia. Además, las redes sociales pueden ser utilizadas para acosar o intimidar a los usuarios, lo cual puede silenciar las voces y limitar la libertad de expresión.

En resumen, las redes sociales han tenido un impacto considerable en la libertad de expresión, brindando oportunidades y desafíos únicos. La tarea de equilibrar la libertad de expresión con otros valores fundamentales en este nuevo espacio público digital es un desafío importante que necesita una consideración legal y ética cuidadosa.

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